
El tallo del pelo o fibra capilar es la parte visible del cabello y requiere cuidados específicos para evitar la resequedad, el quiebre y la pérdida de brillo. Se recomienda una rutina diaria simple pero constante que proteja esta estructura frente al daño mecánico, térmico y químico.
Recomendaciones dermatológicas para el cuidado del cabello
-Evitar el calor excesivo (planchitas o secadores sin protector térmico)
-Usar peines de dientes anchos para evitar la tracción
-Cortar las puntas regularmente
-Lavar con shampoos suaves y adecuados al tipo de cuero cabelludo
-No dormir con el cabello húmedo
¿Por qué es importante usar acondicionadores y aceites?
Los acondicionadores contienen agentes catiónicos, fundamentales para neutralizar las cargas eléctricas negativas que deja el shampoo (producidas por surfactantes aniónicos). Aunque no estimulan el crecimiento, sí cumplen funciones clave:
-Mejoran la apariencia y manejabilidad del cabello
-Aumentan la hidrofobicidad del tallo capilar (lo hacen más resistente al agua)
-Disminuyen el encrespamiento
-Ayudan a evitar la fricción y el quiebre
Por otro lado, los aceites capilares son una parte esencial de la rutina:
–Envuelven la fibra capilar, sellándola
-Reducen la pérdida de agua transepidérmica
-Aumentan el brillo
-Protegen contra el daño por fricción mecánica
Suplementos con evidencia para la piel y el cabello
En determinados casos, los suplementos orales pueden complementar la rutina capilar. Algunos con respaldo científico:
✔️ Biotina
✔️ Colágeno hidrolizado
✔️ Vitamina C y E
✔️ Zinc
✔️ Omega 3 y 6