
Durante décadas, la medicina redujo la función de hormonas como la progesterona y el estrógeno a su rol en el ciclo menstrual y la fertilidad.
Hoy sabemos que su impacto va mucho más allá.
Estas hormonas participan activamente en procesos fundamentales del organismo:
-Sistema nervioso central
-Metabolismo energético
-Densidad ósea
-Sistema inmunológico
-Regulación emocional y neuroplasticidad
🔹 Progesterona: potente neuromodulador, con efectos ansiolíticos y promotores del sueño profundo. Además, regula la inflamación y modula la inmunidad, siendo clave en la prevención de enfermedades autoinmunes.
🔹 Estrógeno: mucho más que crecimiento endometrial. Protege la salud cardiovascular, preserva la masa ósea y mantiene la integridad de mucosas y piel.
🔹 Cortisol: mal llamado “la hormona del estrés”. En realidad, permite adaptarnos al entorno, movilizar energía, regular la inmunidad y garantizar la supervivencia en momentos de alta demanda.
El cuerpo humano es una orquesta de hormonas, y comprender su sinfonía es clave para una salud verdaderamente integral.